Educar también en emociones en la escuela. Por Susana Velasco

En breve se acaba el curso. Uno más... Y es inevitable pensar aquello de ¡qué rápido pasa el tiempo! y maravillarse de cómo los alumnos van subiendo ‘peldaños’ académicos y vitales a toda velocidad, adquiriendo conocimientos y competencias para ‘volar’ en el futuro.
Desarrollar la autoestima, la empatía y la compasión les ayudará a extraer y desarrollar lo más valioso de sí mismos
¿Y cómo podemos educar en emociones en el ámbito académico de una forma eficaz y significativa? “Otorgando a la Educación Emocional un espacio propio dentro del horario escolar”, como afirma Antonio Sánchez Román, maestro pionero en la introducción de la Educación Emocional como asignatura curricular obligatoria, en la entrevista que publicamos en este número. Sánchez Román cree profundamente en la necesidad de un cambio de paradigma educativo en el que tengan cabida las emociones en todo el proceso de enseñanza aprendizaje. Y es que “nuestro estado emocional influye directamente en el aprendizaje y la convivencia”.
La Educación Emocional precisa de un espacio propio dentro del horario escolar (Antonio Sánchez Román)
Ahora que acaba el curso y es hora de hacer balance, os invitamos a cerrar la puerta del centro para disfrutar de unas merecidas vacaciones, y volver en septiembre abriendo una ventana a las emociones.
Este artículo de opinión pertenece al número 27 de la revista EDUCACIÓN 3.0 impresa (verano 2017). Si quieres recibirla en tu centro o domicilio, puedes suscribirte por teléfono: 91 547 00 95 o a través de la página web. ¡Gracias!
1 Comentario
La verdad es que hoy tengo tiempo de sobra y estoy dando una vuelta por la web ya que muchos de los artículos aquí publicados los hemos tratado en nuestro pequeño blog. ¡Os merecéis un premio! ¡O dos!
Hace poco hablábamos nosotros sobre educar en valores, educar en la sinceridad:
Y es que la educación emocional es necesaria para mejorar la educación, no tenemos que tratar de impartir materia solamente, debemos procurar un ambiente positivo donde reino la tranquilidad, la sinceridad, la amabilidad y el respeto.