Únicamente el 34% de las mujeres graduadas en la Unión Europea están tituladas en el ámbito STEM; un porcentaje que baja hasta el 17% cuando se acota al campo de las TIC. ¿Por qué se da esta situación? ¿Cuáles son las consecuencias de la baja tasa de mujeres en estos ámbitos? Milagros Sáinz, investigadora de la UOC, lo ha analizado para ONU Mujeres en el informe ‘How to Address Stereotypes and Practices Limiting Access to STEM-Related Education for Women and Girls’ (‘Cómo abordar los estereotipos y las prácticas que limitan el acceso de las mujeres y las niñas a la educación relacionada con STEM’). En él, además, ofrece diversas recomendaciones para acabar con los estereotipos y conseguir la equidad en el campo científico y tecnológico.
La problemática de los estereotipos
Para Sáinz, la desigualdad de las mujeres en el ámbito STEM se debe a una serie de fenómenos sociales y culturales que están influenciados por factores personales -las propias mujeres tienen la percepción de que no son válidas en algunos campos-, del entorno -basados en estereotipos- y de la propia educación -la actitud de los docentes o incluso las políticas educativas pueden acabar por alejar a las niñas de las disciplinas STEM-. Esto provoca que en la mayoría de los países occidentales tanto las niñas como las mujeres se encuentren infrarrepresentadas en este sector y que no participen en el desarrollo de avances científicos y tecnológicos en igualdad de condiciones que los hombres. Asimismo, conlleva un menor reconocimiento a las mujeres investigadoras.
Además, constata cómo los estereotipos influyen negativamente en la elección de itinerarios educativos: tradicionalmente se ha considerado que las mujeres tienen ‘menos talento’ que los hombres en distintos ámbitos STEM, una concepción que se ha visto reforzada, a su vez, por entornos familiares, medios de comunicación, redes sociales, videojuegos o, incluso, modelos educativos. “Es imprescindible no responsabilizarlas por la existencia de una brecha de género en el ámbito educativo, de manera que parezca que el problema de que no haya mujeres en algunos sectores de la ciencia y tecnología les atañe exclusivamente a ellas», subraya la investigadora en declaraciones para la propia UOC.
Recomendaciones
Sáinz recoge en su informe una serie de recomendaciones para acabar con el sexismo y que las mujeres dejen atrás los estereotipos de género para adentrarse en una carrera profesional STEM. Para ello, pone el foco en varios aspectos: la personalidad de los estudiantes, el ámbito social y familiar, y el profesorado.
Así, en primer lugar, hay que centrarse en las habilidades y capacidades de los estudiantes en estos campos; en segundo lugar, en el ámbito familiar y social resulta fundamental que se entienda que educar a las niñas en materias STEM supone una ventaja y una oportunidad; y, por último, es importante formar a los docentes sobre igualdad, además de fomentar la creación de modelos educativos con materiales didácticos no sexistas y que cuenten con mujeres como referentes.