El verano es época de sol, planes al aire libre y vacaciones. Pero hay que tener muy presentes los riesgos: solo en 2024 se registraron en España 471 muertes por ahogamiento, la cifra más alta desde 2017, según la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS). A esto se suman las más de 39.000 asistencias que atendió Cruz Roja vinculadas al calor, picaduras, caídas o golpes de calor. Saber cómo actuar y contar con un botiquín de emergencias puede marcar la diferencia entre un susto y una situación más grave. Por eso, hemos recopilado las técnicas de primeros auxilios más destacadas basadas en recomendaciones de Cruz Roja y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Kit completo de primeros auxilios
  • El embalaje exterior puede variar

El sol no perdona

Aunque suelen asociarse a personas mayores, los golpes de calor pueden afectar también a jóvenes y adultos sanos, sobre todo durante actividades físicas o exposiciones prolongadas al sol. Síntomas como dolor de cabeza, mareo, confusión o piel muy caliente son una clara señal de alerta. En esos casos, es fundamental trasladar a la persona a un lugar fresco, aflojar o retirar la ropa ajustada, aplicar paños fríos en nuca y muñecas y ofrecer agua en pequeños sorbos si está consciente. Los expertos advierten que no se debe recurrir a duchas heladas ni aplicar hielo directamente, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden empeorar la situación.

primeros auxilios en verano

PAS en playas y piscinas

Muchos ahogamientos ocurren en lugares sin socorrista o cuando no hay adultos vigilando. En esas situaciones, se recomienda seguir el protocolo básico PAS: primero ‘proteger’ a la víctima para evitar más peligros; luego ‘avisar’ llamando al 112 lo antes posible; y finalmente ‘socorrer’ en caso de que se conozca la técnica correcta.

RCP para no expertos

YouTube video

Tal y como se explica en este vídeo, si una persona adulta no respira tras un ahogamiento o una pérdida de conciencia, lo primero es iniciar compresiones torácicas firmes y continuas en el centro del pecho; en el caso de los niños, la técnica varía. Además, si no se domina la maniobra completa con ventilaciones, se recomienda centrarse solo en las compresiones hasta que llegue la ayuda médica.

Picaduras y mordeduras: qué sí y qué no

En caso de picaduras de abejas o avispas, y si no existe alergia, hay que retirar el aguijón con cuidado, limpiar la zona con agua y jabón y aplicar frío para aliviar la hinchazón. Si la picadura es de medusa, nunca se debe frotar la piel ni usar agua dulce; lo correcto es lavar con agua salada, quitar los restos con pinzas y aplicar frío seco. En todos los casos, se desaconseja el uso de remedios caseros como el vinagre o la orina, salvo que un especialista lo indique en especies concretas.

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Otras lesiones

Una larga caminata, una tarde de juegos o la práctica de un deporte con amigos puede ser el origen de algunas lesiones. Estas son algunas de las más frecuentes y los pasos a seguir:

  • Heridas: un error muy habitual es utilizar alcohol o agua oxigenada para desinfectarlas. Lo más recomendable es lavar la zona con agua y jabón, secarla con una gasa estéril y cubrirla sin apretar demasiado.
  • Torceduras: basta con aplicar hielo envuelto en un paño, elevar la extremidad afectada y realizar una ligera compresión con una venda para reducir la inflamación.
  • Hemorragias: se debe presionar la zona con una gasa limpia durante varios minutos y mantenerla elevada para favorecer la coagulación.
  • Quemaduras leves: conviene enfriar la zona bajo el grifo con agua (no fría) durante al menos 10 minutos, retirar cuidadosamente la ropa si no está adherida a la piel y cubrir con un apósito estéril.