Esta disciplina forma parte del diseño y tiene como objetivo definir los contenidos escritos que mejor se adaptan a la navegación por webs y aplicaciones.
El UX writing (User Experience writing) es un área del diseño que se centra en seleccionar las palabras o textos más idóneos para favorecer una correcta navegación de los usuarios por las herramientas digitales. Su finalidad es lograr un equilibrio entre claridad, tono y orientación del mensaje, entre otros factores, para que la comunicación sea efectiva Estas formaciones sobre UX writing se adentran en los conceptos más importantes para mejorar el flujo de información en el entorno digital.
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Con el desarrollo práctico de una aplicación, el usuario aprende a crear un proyecto desde cero. Para conseguirlo, se explica cómo hacer un mejor uso de las palabras a través de sus interfaces y se abordan temas como: qué es el microcopy, conocimiento del usuario, entender cómo leemos para escribir mejor, la voz y el tono.
Desde las nociones más básicas hasta su aplicación de forma estratégica en una web o app, la formación ofrece un recorrido en el que se expone cómo influyen las palabras y la escritura desde varias perspectivas. A lo largo de sus 16 módulos, se explican las mejores prácticas, la escritura por componentes (formularios, botones, notificaciones…) y se ofrecen consejos adicionales.
Dirigido a programadores, diseñadores, escritores, sociólogos y cualquier persona que desee adentrarse o mejorar sus conocimientos en esta área, el alumnado aprende diferentes técnicas y a usar herramientas como Google Trends. También se enseñan patrones de lectura o la jerarquía de los contenidos mediante ejemplos y la puesta en marcha de un caso práctico para afianzar el conocimiento.
Se enfoca en la explicación de herramientas disponibles y conceptos clave como la escaneabilidad y el testeo de textos e interfaces conversacionales para lograr optimizar el flujo de trabajo. Enfatiza, además, qué es el ‘Hacks del UX Writing’ con una serie de principios básicos como la importancia de ser conciso, severo y si se debe aplicar o no el humor.
Con una metodología basada en la práctica y la teoría, presenta conceptos introductorios para después definir qué es la experiencia de usuario, cuál es el proceso de diseño, qué elementos intervienen (accesibilidad, arquitectura de la información…) y terminar con la realización de un proyecto real.
