Casi 8 de cada 10 empresas tiene dificultades para incorporar el talento que requiere; cifra que asciende al 84% en el caso de las consideradas grandes empresas (aquellas que cuentan con una facturación superior a 200 millones de euros) y a un 93% en las compañías tecnológicas. Estas son las principales conclusiones del informe ‘Caminos que convergen: jóvenes y empresas ante el reto del talento’, elaborado por KPMG y la Fundación Princesa de Girona en colaboración con la Fundación Universitaria San Pablo CEU y Enagás. 

“Este informe constata la existencia de una brecha entre las capacidades que demandan las empresas y la formación con la que los jóvenes se incorporan al mercado laboral. Este hecho, además de comprometer las perspectivas de futuro de nuestros jóvenes, frena el crecimiento de nuestro país en un momento en el que es necesario impulsar la transformación de nuestra economía hacia un modelo digital y sostenible”, explica Juanjo Cano, presidente de KPMG en España. 

Un problema a largo plazo

Las previsiones de las empresas apuntan a que la situación no se aliviará a corto y medio plazo: el 76% cree que es previsible que las dificultades para incorporar el talento necesario se incrementarán en 2030. Para los expertos es muy preocupante, dado que el 78% de los encuestados considera la falta de talento como uno de los principales riesgos para la sostenibilidad del negocio. Como consecuencia, se erige como eje estratégico de las agendas corporativas: el 71% conoce con claridad las capacidades que va a necesitar para abordar los retos del futuro y un 87% ha puesto en marcha iniciativas de ‘reskilling’ y ‘upskilling’ o las tiene planificadas a corto y medio plazo. 

talento empresas

Para Francisco Belil, presidente de la Fundación Princesa de Girona, “las empresas valoran, más allá de la competencia tecnológica de los trabajadores, cada vez más sus habilidades cognitivas, su capacidad de pensamiento crítico y creativo, de comunicación, de innovación, de autogestión y trabajo en equipo o su habilidad para resolver problemas. Todas ellas, disciplinas que no se adquieren en la universidad. Así que tenemos la responsabilidad como sociedad de saber capitalizar y activar el talento de los jóvenes”. Y continúa: “Debemos encontrar más y mejores políticas de orientación laboral, más temprana y que fomente la empleabilidad a través de la formación profesional, por ejemplo. Tenemos que luchar contra el desempleo juvenil y la crisis de empleo, replantear nuestro sistema educativo, reforzando sus fortalezas y cubriendo sus carencias, y tenemos que escuchar lo que necesitan las empresas”. 

Los perfiles tecnológicos, los más afectados 

Tanto las empresas como los jóvenes coinciden en señalar que la preparación de las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral no se ajusta a las necesidades de las empresas. Así lo aseguran el 42% de las organizaciones encuestadas, porcentaje que se eleva hasta el 52% en el caso de los jóvenes. Éstos, además, hacen hincapié en la necesidad de avanzar hacia una mayor concordancia entre la formación que reciben y las tareas que tendrán que afrontar a lo largo de sus carreras profesionales. 

Por otro lado, las empresas demandan cada vez más perfiles tecnológicos que, pese a ser más atractivos para los jóvenes, son los que registran una brecha de talento más amplia. Según las compañías participantes en el estudio, se producirá en los especialistas en inteligencia artificial y machine learning (70%), los expertos en ciberseguridad (69%) y científicos y analistas de datos (66%), desarrolladores de software y aplicaciones cloud (63%) y especialistas en tecnología y transformación digital (60%). 

En el informe también se proponen 25 iniciativas para reducir esta brecha, que se enmarcan en cinco ámbitos de actuación:

  1. Transformación del sistema educativo con estrategias integrales a largo plazo. 
  2. Identificación con un enfoque global de los roles y competencias necesarios.
  3. Potenciación de becas y prácticas.
  4. Promoción de espacios de colaboración entre empresas e instituciones educativas. 
  5. Orientación profesional temprana para ayudar a los jóvenes a optimizar la toma de decisiones respecto a su carrera profesional.