El de director de sistemas y el de tecnologías son dos de los trabajos del sector tecnológico con salarios más altos. Le siguen el de desarrollador front-end y java o el de data scientist, entre otros.
En España, el sector tecnológico representa el 6,1% del total de los trabajadores; más de un millón de personas. Y es un sector en auge que se está viendo impulsado principalmente por una alta demanda de perfiles especializados, según la empresa de recursos humanos Randstad.
Y, además, sus trabajadores se encuentran entre los mejor pagados en la actualidad, con sueldos de hasta 85.000 euros anuales, especialmente en posiciones de gestión y consultoría, y siempre teniendo en cuenta que son los empleos más destacados de este campo. ¿Cuáles son los puestos mejor pagados en el sector tecnológico a día de hoy?
Los puestos de director de sistemas (CIO) y del departamento de tecnologías de la información (IT) son los que tienen los salarios más altos, que varían entre 65.000 y 85.000 euros brutos anuales para profesionales con más de seis años de experiencia. Por debajo de estos, los desarrolladores front-end y java también gozan de una alta demanda, con sueldos que varían entre 55.000 y 69.000 euros. El perfil de data scientist, esencial para la optimización del análisis de datos, tiene una retribución que puede alcanzar entre 40.000 y 60.000 euros anuales.
Otros roles destacados incluyen el eCommerce manager, con un salario que oscila entre 57.000 y 67.000 euros, y el digital account manager, cuya remuneración varía entre 47.000 y 62.000 euros anuales. Estos perfiles son fundamentales para la gestión de ventas y relaciones con clientes en el entorno digital.
La escasez de estos perfiles y la dificultad para retener el talento hacen que las empresas tecnológicas ofrezcan condiciones cada vez más atractivas con las que fidelizar a los empleados. Así, y según indican las últimas tendencias, a la hora de ofrecer condiciones de valor destinadas a fidelizar el talento, el sueldo sigue siendo un aspecto fundamental, aunque cada vez cobran mayor protagonismo otros factores como la flexibilidad, el ambiente de trabajo o la capacidad de conciliar la vida familiar con el entorno laboral, sobre todo tras la pandemia.
