Hoy en día las empresas se enfrentan a multitud de situaciones críticas, tratando al mismo tiempo de ser productivas y rentables. Además, la operativa del trabajo híbrido continúa siendo compleja y tanto los líderes empresariales como los empleados se encuentran en pleno proceso de conseguir el ajuste perfecto para satisfacer las necesidades de ambas partes. EPOS ha realizado, en colaboración con Foresight Factory, un informe titulado ‘Lugar de trabajo del futuro’, en el que explora las actuales tendencias globales y las emergentes de cara a este año. En él se hace también una mención especial a las soluciones tecnológicas que van a poder ayudar a las empresas a desarrollar una estrategia híbrida a largo plazo para una fuerza laboral productiva. Estas son los pilares del empleo en 2023.

Pilares del empleo 2023

Bienestar físico y mental

En este estudio queda patente que los trabajadores priorizan cada vez más su bienestar, tanto físico como mental: más de la mitad de los empleados en todo el mundo (53%) asegura que ahora otorga más importancia a su bienestar que antes de la pandemia. Como consecuencia de ello, esperan que sus empresas se impliquen también de forma activa en este aspecto. Tanto es así que el 38% lo demandan directamente, pidiendo más tiempo libre por motivos de salud mental. En concreto, el 30% asevera que le gustaría que su compañía les ofreciera horas concretas para realizar actividades de bienestar mental y físico.  

Evitar el agotamiento

Los participantes en el estudio apuntan como principales premisas evitar el agotamiento y centrarse en la búsqueda de la felicidad. Y es que el agotamiento de los trabajadores es un problema persistente: el 36% de los de todo el mundo afirma que lo ha sufrido en los últimos 12 meses por trabajar demasiado, un sentimiento que es mayor en la Generación Z (40%) y los Millennials (42%). Esto se achaca en parte a la creciente desconexión que se está sufriendo entre empresas y empleados por el trabajo en remoto, lo que desemboca en un aumento del descontento. Así, menos de la mitad de los trabajadores están contentos con su trabajo actual y el equilibrio de su vida (43%), mientras que casi un tercio (30%) comenta que tiene la intención de cambiar de trabajo para mejorar su felicidad en general.  

Apuesta por el trabajo híbrido

El acceso a una oficina física es vital porque los empleados quieren evitar sentirse aislados y desean contar con empresas que ofrezcan oportunidades tanto físicas como virtuales para conectarse y colaborar. De esta forma, la mitad de los trabajadores dicen extrañar pasar tiempo con sus colegas en persona, ahora que pueden trabajar de forma remota. Una tendencia que es más elevada en la Generación Z y Millenial. En concreto, el 80% está dispuesto a utilizar los espacios físicos de oficina con el objetivo de aprender, crecer y establecerse dentro de la comunidad de su lugar de trabajo. 

La importancia del aprendizaje

Otro de los datos que se ha extraído con este estudio es que hay que tener en cuenta que los trabajadores terminarán dejando su puesto de trabajo si no aprenden. Esto se debe a que el panorama laboral es cada vez más exigente y se les demanda una actualización rápida de las habilidades existentes o, incluso, que adquieran otras nuevas. De esta forma, ahora, el 60% de los trabajadores de todas las edades desea continuar formándose y al 44% le gustaría progresar y mejorar sus habilidades en su trabajo actual. De hecho, tienen claro que si no pueden aprender y crecer, se irán para lograr sus objetivos profesionales.

Sobrecarga cognitiva

Las soluciones tecnológicas deficientes pueden conducir a una sobrecarga cognitiva. En función de ello, las empresas también deben plantearse equipar a los empleados con herramientas que reduzcan el riesgo de fatiga cognitiva. Así, la investigación llevada a cabo por EPOS ha dejado patente que en entornos ruidosos el cerebro trabaja más para concentrarse en la fuente de sonido a la que debe prestar atención, lo que se traduce en un 35% más de esfuerzo cognitivo para escuchar. Con el tiempo esto puede derivar en una sobrecarga cognitiva y en fatiga cerebral, lo que afecta a los niveles de estrés, a la retención de información y, en definitiva, al rendimiento de los empleados.