Esta habilidad es cada vez más demandada no solo en trabajos relacionados con la informática, sino también con la medicina, la economía o el diseño, entre otros.
Los currículos ciegos se diferencian de los tradicionales en que no se incluye la información personal del candidato, priorizando únicamente su experiencia, formación y competencias profesionales.
Quienes trabajan en este sector tienen mayor facilidad para acceder a mejoras económicas y una buena proyección profesional, según una encuesta reciente. Grados como el de Ingeniería informática o Telecomunicaciones permiten adentrarse en este campo.
Aunque en ocasiones se hable de ellos como si fueran lo mismo, cada uno de estos programas formativos tienen objetivos, requisitos de acceso y duraciones diferentes. Y lo más importante: ofrecen distintos niveles de especialización.
Las actividades administrativas y de oficina estarían entre las más afectadas, aunque la automatización que facilita esta tecnología también alterará el comercio y la hostelería, según estudios recientes.
Ofrecen directorios con los centros y grados disponibles, tests de orientación o consejos para facilitar la elección a los estudiantes que están a punto de acceder a sus estudios superiores.
Las universidades establecen las notas de acceso a los diferentes grados tomando como referencia la puntuación del último estudiante admitido en cada titulación el año anterior. Existen distintas opciones para consultarlas.
Las empresas con puestos enfocados a la inteligencia artificial demandan candidatos que, además de conocimientos o experiencia, combinen habilidades técnicas y habilidades blandas.
Quienes posean un título superior de Formación Profesional tienen la opción de continuar su itinerario formativo y matricularse en un grado universitario sin realizar los exámenes de acceso.