Las impresoras 3D están de moda. En el mundo profesional ya hay comida 'impresa' que la NASA está investigando, muchas empresas interesadas en estos cacharritos y muchas nuevas empresas fundadas alrededor del nuevo mundo de la impresión 3D. ¿Y en el aula?
Al igual que con el mundo de la robótica, en el aula las impresoras 3D son muy deseadas y muchos anhelan incluir una en sus aulas. Un producto caro, sí, pero que puede dar mucho juego en la clase empezando por... que sea la propia clase la que monte la impresora.

Tú mismo puedes montar una impresora 3D

Puedes comprarla fabricada y terminada, sacarla de la caja, enchufarla... y casi funcionará. Una posibilidad cómoda, pero... demasiado sencilla. ¿Por qué no montárnosla por nuestra propia cuenta?
Podemos hacerlo gracias a la ayuda de múltiples kits, que incluyen todas las piezas para construir nuestra propia impresora 3D de una forma cómoda y sin grandes quebraderos de cabeza. Suelen incluir todos los componente y tan sólo deberemos ir siguiendo los pasos indicados.
¿Ejemplos? Hay muchos, como por ejemplo la mElephant de MakeBlock (599 dólares) quizá sea el más intuitivo y preparado para niños; sin embargo, entre las más conocidas están las llamadas Prusa i3, y realizadas por múltiples fabricantes que crean sus propios kits. Un vistazo a Google y verás que su precio oscila entre los 300 y 400 euros, aproximadamente.
Makeblock Melephant - Impresora 3D
Comprar un kit para montar tu propia impresora 3D puede ser una excelente opción para Secundaria y para talleres extraescolares que estén interesados el proceso de montaje del equipo, así como por supuesto los beneficios de tener una de estas en clase. Luego trataremos con mayor profundidad este aspecto.

La impresora 3d 'desde cero'.

Pero no sólo podemos hacernos una impresora 3D con kits. La comunidad alrededor de la impresión 3D es ingente, tanto que existen multitud de guías y tutoriales para montarte tu propia impresora 3D desde cero.
Y aquí es cuestón de buscar. Instructables tiene muchas referencias, como por ejemplo guía para construirte tu impresora por menos de 200 dólares o incluso una por menos de 60 dólares; en Youtube también encontrarás multitud de guías y tutoriales sobre cómo fabricar tu impresora 3D.

¿Por que montar una impresora 3d?

Evidentemente, un proyecto como la creación y fabricación en clase de una impresora 3D hay que abordarlo con una serie de objetivos en mente, buscando promover ciertas actitudes y conocimientos.
Más allá de las conocimientos que se utilizan tanto en la construcción y fabricación como en el uso de una impresora 3D - tecnología, física, electrónica, etc. - también se trata de un proyecto que requerirá altas dosis de trabajo en grupo, de colaboración entre el alumnado para llevarlo a cabo correctamente.
Según sea la metodología del profesor también se pueden tocar otros aspectos, como la búsqueda de información y el cómo construir/fabricar una impresora 3D (según se den más o menos pistas), la estructuración de los 'pasos' a realizar para solucionar el problema (resolución de problemas, algorítmica, procesamiento de información) o también exposición en público, siempre que por ejemplo se pida a los equipos de trabajo que expliquen a los demás cuál va a ser su procedimiento.
Porque construir una impresora 3D no tiene por qué quedarse sólo ahí, en el propio cacharrito, podemos aprovechar el proceso para fomentar también otro tipo de conocimientos. También, dado el especial interés que el mundo profesional está levantando por la impresión 3D, este puede ser un interesante proyecto para realizar en Bachillerato o en ciclos de Formación Profesional, en ese período de sus vidas en el que se acercan al mundo profesional y universitario más específico. Para el bachillerato tecnológico es más que una interesante propuesta.

Sin embargo, el lado negativo de todo esto está en que es cierto que una impresora 3D puede tener un precio un tanto elevado (aunque las hay de todos los precios, lo habitual es encontrar las más económicas por entre 400 y 700 euros), alejado del actual estado económico de colegios e institutos. Es sin duda alguna el gran punto débil, un escollo que impedirá - hasta que las cosas se recuperen, esperemos que pronto - que muchos docentes y formadores pongan en marcha esta propuesta tan interesante y con tanto futuro por delante.