Los juegos permiten que los más pequeños aprendan y, además, identifiquen sus sentimientos. Ejemplo de ello es Emotiblocks, un juego desarrollado por Miniland para que los niños a partir de 2 años se familiaricen con sus primeras emociones a través de la observación y la manipulación.
Está compuesto por seis personajes con diferentes personalidades a los que se puede intercambiar las piezas de la cabeza, el pelo y los cuerpos en más de cien combinaciones. Emotiblocks forma parte de la nueva colección ‘Emociones y valores,’ y ha recibido cuatro premios Internacionales.
Además, este juego permite seguir la metodología Play Miniland, por la que se aprovechan las ventajas del juguete físico y las de los juegos on line, y se puede utilizar tanto en el aula como en casa. Emotiblocks también se acompaña de fichas de actividades y de una guía didáctica con las que trabajar diferentes aspectos con los niños, como el reconocimiento de los gestos y de las personas, el aprendizaje de valores (tolerancia o empatía), vocabulario...

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