El proyecto Scratch de los viernes (I): moviendo el gato

Estrenamos nueva sección: el proyecto Scratch de los viernes. A partir de hoy atacaremos el último día laborable de la semana con una idea, un recurso o una propuesta para avanzar en el mundo de la programación tan en auge en los últimos años, desde cero y hasta infinito.
Pero ¿qué es Scratch? Para muchos - me incluyo - es el mejor lenguaje para iniciarse en el mundo de la programación, ya sea como adultos o, sobre todo, para niños. Desarrollado por el Lifelong Kindergarten del MIT Media Lab desde 2003, Scratch juega con un conjunto de instrucciones basadas en bloques de colores que, de una forma ordenada, nos permiten ‘jugar’ con varios objetos, los cuales pueden interactuar entre si.
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Scratch dispone de licencia Creative Commons Attribution-ShareAlike 2.0, de forma que su uso es completamente gratuito. La versión actual, Scratch 2.0, tiene dos vertientes:
La posibilidad de almacenar todos nuestros proyectos en ‘la nube’ si estamos utilizando la versión online es una clara ventaja respecto de la versión desconectada, si bien en muchos entornos no existe una conexión estable a Internet y, por ello, el MIT ofrece esta versión offline.
Una nota importante es que cualquiera puede iniciar un nuevo proyecto en Scratch: tan simple como acceder a la web oficial y ‘pinchar’ en Crear (arriba a la izda., junto al logotipo de Scratch). Sin embargo, los proyectos que creemos sólo se guardarán si estamos registrados y autenticados en la plataforma.
Este proceso de registro es tremendamente sencillo y, por supuesto, gratuito. En la misma página principal, es necesario ‘pinchar’ en Únete a Scratch (en la barra superior, a la dcha.), rellenar un conjunto de datos y luego seguir las instrucciones que nos enviarán en un correo electrónico a la dirección que hayamos asignado.
Esta cuenta permite, además de almacenar los proyectos en ‘la nube’, interaccionar con los proyectos de otros usuarios. En la comunidad oficial de Scratch existen a fecha de publicación de este artículo, 6 de noviembre de 2015, 11.4 millones de proyectos disponibles. Y lo mejor de esto es que no sólo podremos ejecutarlos, comentar en ellos, marcarlos como favoritos o reinventarlos, también leer su código para poder aprender nuevas posibilidades o interacciones que para nosotros nos son desconocidas, o muy difíciles de implementar.
Antes de proponer un primer proyecto, vamos a echarle un vistazo a la interfaz de Scratch. En mi caso he elegido la versión offline por la comodidad de realizar las capturas de pantalla para este artículo, si bien podéis seguir exactamente los mismos pasos si estáis ejecutando la versión online a través de un navegador.
Una vez abrimos el programa/el editor vía web, distinguimos cuatro zonas, numeradas de la siguiente forma:
1.- Escenario, donde sucederán las cosas. Que el gato se mueva, gire, o camine. Al ejecutar los programas que nosotros creemos, variarán los elementos del escenario según nosotros queramos.
2.- Instrucciones, todas las operaciones y órdenes que podemos utilizar en Scratch. Nótese que tenemos un total de diez categorías (Movimiento, Eventos, Apariencia, Control, étc.) con diferentes colores, y en cada una de ellas múltiples piezas. También es importante mencionar que no todas las piezas pueden interactuar entre si, se necesita que ‘encajen’ para ello.
3.- Espacio en blanco, o deberíamos decir… inicialmente en blanco. En esta zona es donde arrastraremos las piezas de la parte 2, y donde las colocaremos para buscar lo que nosotros queramos. Y no, no es necesario escribir nada, tan sólo arrastrar piezas para juntarlas con otras y que interactúen. Por cierto, el código en Scratch se ejecuta de arriba hacia abajo, ¡siempre!
4.- Objetos, nuestro catálogo de objetos. Inicialmente tenemos un gato (Scratchy es su nombre) pero podemos añadir otros con varias opciones disponibles, y caracterizadas por un conjunto de cuatro iconos justo debajo de donde aparecen las coordenadas: podremos importar un objeto desde el catálogo por defecto, pintar o crear uno, subir un fichero desde nuestro ordenador o incluso tomar una fotografía desde la webcam.
Con esta breve explicación podemos ponernos manos a la obra y crear nuestro primer proyecto Scratch. Algo tan sencillo como que el gato se mueva.
Primero de todo, es muy recomendable que nuestros proyectos tengan un punto de partida.
Tan simple como arrastrar esta orden a nuestro espacio en blanco, y listo. Si ahora ejecutamos el proyecto (el icono de la bandera verde, justo encima del escenario), veréis cómo se sombrea en un color amarillo la pieza que antes hemos arrastrado. Pero, como no hay nada más, el proyecto no realiza ninguna acción.
En este primer proyecto queremos mover el gato, así que debemos buscar una instrucción que nos lo permita.
Esto no ha sido más que la primera toma de contacto con el mundo Scratch, que seguro muchos ya conocían. Y con este punto de partida se abren numerosas posibilidades, algunas de las cuales enumeramos a continuación y, de paso, os recomendamos encarecidamente que las intentéis completar:
4 Comentarios
como puede hacer que de bandera verde, el gatito se camine, de un giro, diga ola y este en otro escenario
Me dull. You smart. That's just what I neddee.
Estoy dando una hora a la semana de scrtach a chicos de 12 a 13 años y vyo a probar tus indicaciones. Me parecen muy buena ideas. Muchas gracias por tu ayuda.
Me alegro de que te guste esta sección, Marta. Si tienes cualquier duda o sugerencia, ¡no dudes en dejárnosla en los comentarios!