Cada vez son más las instituciones y expertos que advierten de la importancia de que el currículo incluya educación financiera, sobre todo en las etapas de educación financiera. Ramón Tena, del INTEF, reflexiona sobre esta tendencia y muestra algunas iniciativas que se están llevando a cabo.

Educación financiera

La situación económica que atraviesan los países miembros de la UE está definiendo el panorama social, al incidir de forma directa, tanto en la realidad familiar, como educativa que viven nuestros alumnos. Tal vez por ello, en la actualidad, organismos internacionales como la OCDE o la Comisión Europea han realizado estudios analíticos, que determinan la necesidad de presentar un plan certero de cultura financiera, en las etapas de educación obligatoria. Por tanto, siendo conscientes de que la efectividad reside en una estrategia temprana, se apuesta por una integración inmediata de conceptos económicos básicos en los currículos educativos vigentes.

Economia

¿Se trata de una moda educativa pasajera? La respuesta es NO, esta iniciativa de Educación Financiera, viene avalada por el MECD, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España, tal y como atestigua el Convenio de Colaboración entre estos tres Organismos. Pero ¿Cuál es el propósito educativo de esta unión?

Educación Financiera

El objetivo clave es inculcar conocimientos, procedimientos, habilidades y destrezas que permitan a los alumnos ser autónomos, preparados para una vida social en la que sepan realizar por sí mismos sus propios planes de ahorro, estrategias presupuestarias sencillas o planes de ahorros domésticos. Aunque todo parezca muy básico, lo cierto es que muchos adolescentes se consideran independientes por realizar compras por sí mismos, pero desconocen los riesgos de sus propias acciones. Muchos de ellos ni siquiera saben si su tarjeta de compra es de crédito o de débito y las diferencias o consecuencias que pueden determinar el uso de una u otra, pese a utilizarlas con asiduidad.

¿Qué es la educación financiera y cómo podemos desempeñarla?

Es una formación que, por medio de planteamientos reales y contextualizados, pretende que los escolares adquieran capacidades que les ayuden a conocer el significado de conceptos que escuchan diariamente, pero de los que desconocen las obligaciones a los que se comprometen con su aceptación. Nos referimos a rutinas diarias como abrir una cuenta bancaria, efectuar una compra a plazos, pagar impuestos o calcular y diferenciar tipos de intereses.

¿Qué buscamos con esta formación?

  • Aprender a planificar un futuro solvente
  • Administrar de forma juiciosa el dinero
  • Ser consecuentes con los actos financieros
  • Saber seleccionar qué productos y servicios se adaptan a nuestras necesidades
  • Planes de ahorro doméstico
  • Ser previsores
  • Tomar decisiones analizando, reflexionando e informándose de todo

¿Cómo asociar este aprendizaje con el trabajo competencial que tanto defiende LOMCE?

Por medio del trabajo colaborativo, la metodología ABP y la apuesta firme por las TIC, incentivando un aprendizaje realista tendente al espíritu emprendedor. Para todo ello es posible utilizar, entre otras herramientas, Weebly, una plataforma on line destinada al diseño de páginas web gratuitas, en las que los alumnos conseguirán buenos resultados con tan sólo arrastrar unos  widgets. Cada una de sus plantillas digitales se presta a un negocio diferente, desde obradores y restaurantes, hasta agencias de viaje o librerías. Y esa será la misión del grupo de clase: elegir la empresa que desean y crear varios grupos según los distintos departamentos en cada negocio como pueden ser la sección de ventas, el departamento de compras o el de contabilidad por ejemplo.

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En esta ocasión, por ejemplo, apostamos por crear un simulacro de  ‘mini empresa’ con la que vender meriendas en el colegio y financiar la excursión de fin de curso. De este modo, cada grupo tendrá una misión diferente, propia del departamento al que pertenece y con la que pondrán en práctica procedimientos y conceptos básicos del sector financiero como el pago de impuestos, la planificación de gastos o la compra de productos entre otros.

Todos estos conceptos los aprenderán a manejar de forma integradora por medio de la gestión de su pequeño negocio on line, elemento que ampliará sus conocimientos informáticos y digitales. Pues no sólo se ocuparán de crear una atractiva web sino que también han de atender los pedidos, establecer comunicaciones en red, e ir adaptando la plataforma a las nuevas necesidades que se les vayan presentando.

En definitiva, el conocimiento les hará más libres e independientes, pero sobre todo autónomos y ése es uno de los fines que la escuela debe perpetuar, el de crear alumnos capacitados para vivir en sociedad, desarrollando de forma continua sus mejores aptitudes.

Imágenes de los niños vía Shutterstock

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