Sonsoles Castellano Zapatero, directora de Política Educativa del Colegio San Patricio, Madrid, nos ofrece su particular visión sobre lo que dió de sí el Congreso Internacional del Pensamiento que se celebró en Bilbao del 29 de junio al 3 de julio. 

Sonsoles Castellano Zapatero

Me parece que ya llego tarde, ICOT 2015 (International Conference on Thinking, Congreso Internacional de pensamiento) se celebró la pasada semana y yo escribo esto hoy… quizás hoy ya no es noticia. El tiempo corre y lo marca todo. Pero lo siento, vengo de un congreso de pensamiento en Bilbao… y para pensar yo necesito tiempo. Bueno yo y todo el mundo, sólo que no todos se quieren dar cuenta y no a todo el mundo le interesa pensar, y es respetable… salvo que seas educador.

Como dijo Mar Romera (maestra y presidenta de la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci) en la mejor ponencia del congreso, “cuando el maestro se convierte en aprendiz” es cuando aparece la magia. Todo cambia cuando eso ocurre… y por eso me pregunto qué pensarían nuestros alumnos si todos los años les contásemos el mismo cuento, hiciéramos los mismos chistes,  y  les diera la impresión de que lo único que nos interesa de la profesión son las vacaciones y viajar por el mundo... Sería tremendo ¿no?

Pues casi 2.000 profesores salimos de ICOT emocionados, con ganas de hacer, con muchas nuevas ideas, con la ilusión y la inspiración activadas a tope… y  espero que pensando que no queremos que nos ocurra eso jamás.

Llegamos hace una semana a un Bilbao que está precioso, limpio, simpático, cuidado, clásico y  moderno  a la vez, con sabor y olor a mar y con temperatura de calentamiento global.

Los pasillos del Palacio Euskalduna -que, por cierto, se mueven como las escaleras de Hogwards, nunca subes y bajas por el mismo sitio cuando y creías que sí… te dabas cuenta de que no… que te ibas a otra planta sin quererlo- son la esencia de un edificio maravilloso, y aún lo eran más cuando estaban llenos de profesores que PIENSAN.

Y  como pensamos, no hemos hecho más que peguntarnos en qué momento, en la sociedad educadora, hemos decidido jugar a este juego donde no haces lo que dices, no dices  lo que no haces y en el que gana el que llega antes a la conclusión de que lo que NO hacen los demás es en donde está la raíz del  problema…

Si es verdad, como dijo el filósofo José Antonio Marina, “que somos la conciencia educativa de la sociedad”, demostrémoslo de otra manera, quizás con mucho más respeto a los profesores que están a pie de aula. Por fin, nos hemos enterado de que, a diferencia del cernícalo, aún con un ojo tapado, esos profesores reales son capaces de ver lo que necesitan los alumnos  y se lo consiguen dar cada día.

Y lo escribo y lo cuento para que si alguna vez empiezo a hacerlo yo… porque ya me dicen  y demuestran los 'gurus' que esto ocurre… me vaya a 'escardar cebollinos' que ya me dijo mi padre, en innumerables ocasiones,  que es una profesión  con la  que uno se puede ganar la vida honestamente y no hacer daño a nadie.