Las pantallas de los dispositivos electrónicos exponen a la vista a condiciones extremas que pueden desencadenar importantes problemas visuales; una situación que se ve potenciada por la presencia de ordenadores, tabletas o smartphones en las aulas.
De hecho, y según las estimaciones, de los 8 millones de estudiantes españoles de enseñanzas no universitarias, tan sólo 60.000 se protegen a la hora de utilizar esta tecnología; un 0,5% . El resto de escolares queda expuesto a factores de riesgo irreversibles para la retina y a otros síntomas más habituales relacionados con la fatiga visual tales como picor y enrojecimiento de ojos, dolor de cabeza, visión borrosa, etcétera.
Para fomentar la protección de los ojos de los alumnos se ha lanzado la campaña “Ni un solo niño sin Reticare”. Y es que este protector de pantalla es capaz de absorber la luz de onda corta emitida por las pantallas de los dispositivos electrónicos, disminuyendo el factor de riesgo para la retina y previniendo futuras dolencias visuales.
La protección es especialmente importante en el caso de los más pequeños, porque carecen de la protección natural que el ojo genera con la edad. En concreto, los menores de 2 años son los más afectados, ya que están aprendiendo a ver, enfocar, mover los ojos y utilizar la información visual.
En este vídeo, Celia Sánchez-Ramos, científica e investigadora del área de Ciencias de la Visión en la Universidad Complutense de Madrid, nos habla de los riesgos de pasar muchas horas frente a las pantallas smartphones, tabletas y ordenadores. Sánchez Ramos es, además, Doctora en el área de Medicina Preventiva y Salud Pública, licenciada en Farmacia y diplomada en Óptica y Optometría por la Universidad Complutense de Madrid.