Cada vez son más los centros que están apostando por un cambio metodológico en sus aulas con ayuda de los dispositivos móviles. Pese a sus numerosos beneficios, también es necesario valorar sus inconvenientes. Analizamos sus posibilidades y las dificultades de su uso en clase.

El 51,1% de los niños de 11 años tiene un teléfono móvil, según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación de los Hogares, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística en 2016. Esta cifra, que aumenta hasta el 93,9% en el caso de los adolescentes de 15 años, supone que buena parte de los alumnos de entre 10 y 15 años ya dispone de un dispositivo de este tipo (un 69,8% según el mismo estudio). Lo idóneo o no de que los lleven al centro educativo ha supuesto un intenso debate. ¿Es necesario prohibirlos? ¿Limitar su uso a las horas de recreo? O, por el contrario, ¿es interesante explotar su faceta pedagógica?

© Wavebreakmediamicro Fotolia 137937967 Subscription Monthly M

Esta última posibilidad ha ido ganando adeptos, que ven en ellos sus capacidades educativas; muy similares a las de ordenadores y tabletas. Precisamente en esta línea escribió recientemente Enrique Dans, profesor de Innovación en IE Business School e investigador, divulgador y asesor (www.enriquedans.com): “Pocas cosas resultan más tristes que tener la posibilidad de que todos los estudiantes lleven un potente ordenador en el bolsillo… y que les prohibamos que lo lleven a clase porque se distraen con él. En realidad, el problema no está en la distracción, sino en la escasa habilidad de padres, educadores, profesores e instituciones para reimaginar los procesos educativos con una herramienta tan impresionante como esa. (…) De hecho, lo que deberíamos plantearnos cada vez más es por qué los alumnos no llegan con sus terminales y se encuentran un entorno amigable: un cargador en su mesa, una Wi-Fi en la que hacer ‘login’ automáticamente, y un entorno académico en el que la búsqueda y consulta de información sea una rutina habitual sujeta a entrenamiento y completamente integrada en la metodología académica”.

No es un escenario difícil de conseguir aunque, eso sí, es necesario determinar qué usos se le van a dar, educar en un manejo responsable y diseñar un plan de actuación.

Esto es un pequeño extracto del reportaje sobre ‘¿Un móvil en clase?’ publicado en el Nº 26 de la Revista EDUCACIÓN 3.0 impresa, correspondiente a primavera 2017. Para poder leerlo completo, junto con la opinión de Julio Meneses, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya, y la experiencia práctica de Antoni Aparicio, profesor de Tecnología y coordinación TAC del Institut Joaquima Pla i Farreras de Sant Cugat del Vallès, Barcelona, es preciso suscribirse: podéis hacerlo como centro o como particular llamando por teléfono (91 547 00 95) o a través de la página web. ¡Ahora y hasta el 5 de mayo aprovecha el 20% de descuento!

Sobre el autor
Avatar De Educación 3.0

EDUCACIÓN 3.0

Somos el medio de comunicación líder en innovación educativa, nuevas tecnologías y metodologías, innovación docente, formación y recursos para profesores.