Impresiones 3D para crear objetos blandos

Una de las características que tienen en común la gran mayoría de las impresoras 3D que hemos visto hasta ahora es que utilizan plástico para imprimir las piezas, lo que hace que sean rígidas, como las Lego.
Disney, junto con investigadores de la Universidad Cornell y CMU (Universidad Carnegie Mellon), han pensado en cambiar eso para que sea posible imprimir algo blando, que se pueda 'estrujar' y que se pueda dar a un niño pequeño sin miedo a que se haga daño.
El proceso básico para los usuarios sería el mismo que con las impresoras tradicionales: es necesario contar con un modelo 3D del objeto que se desea imprimir, que puede diseñarse con alguno de los programas disponibles para ello, obtenerse escaneando un objeto real con un escaner preparado, o descargando el archivo desde un banco de imágenes tridimensionales.
A partir de ahí, su principal diferencia es que sustituye el plástico y su sistema de extrusión por un fieltro adhesivo y una técnica que va creando las capas del objeto y luego pegándolas unas con otras (así que más que una inyección de materiales, es un sistema de cortado láser). Al terminar con el proceso, se obtiene un cubo del que hay que retirar la parte inservible para que muestre el objeto impreso.