Además, y con el objetivo de llevar esta tecnología a los colegios, la firma ha puesto en marcha la primera edición del concurso School Imaginieer Challenge, que anima a los centros a que sus alumnos creen sus propios juguetes.
Esta convocatoria está abierta desde el 2 de octubre hasta el 15 de diciembre, y premiará las ideas más originales. Así, el colegio ganador obtendrá como premio una impresora 3D y regalos para los alumnos de la clase; y el segundo y tercer clasificados obtendrán 1.000 euros y 500 euros, respectivamente, en equipamiento, juguetes y libros Imaginarium para el centro.
Para los más pequeños
También el proceso de impresión en sí mismo está adaptado a los niños. Y es que los objetos se crean con plástico PLA, un material biodegradable y muy resistente que se funde para poder crear las formas. Así que la impresora 3D dispone de una puerta con llave para que no pueda abrirse mientras está trabajando, y evitar así que nadie se queme.
Los niños podrán acceder al programa de creación de juegues desde la página web de Imaginarium o desde la de Imaginieer (con lo que el juguete se envía luego a casa) o directamente en una tienda física. Los primeros juguetes en poder personalizar son una joya y un coche.
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