Hace varios meses os mostramos el prototipo de un bolígrafo capaz de imprimir pequeños objetos en 3D. El diseño que os enseñamos ahora, llamado CreoPop, pretende mejorar esa tecnología gracias a un sistema que permite hacer este trabajo en frío.

CreoPop, creaciones 3D

Y es que los sistemas de impresión 3D tradicionales (ya sean impresoras o los bolígrafos que habíamos visto hasta ahora), utilizan plástico ABS o PLA para crear las formas. Este material tiene que fundirse para poder trabajar con él, por lo que se calienta a temperaturas de hasta 250 grados. No sólo puede provocar quemaduras; esta temperatura también hace que el olor sea fuerte.
Creopop
Por eso, CreoPop sustituye este material por fotopolímeros que que solidifican al utilizar una luz ultravioleta. La consecuencia directa es que el bolígrafo no tiene partes calientes, plásticos que se fundan ni olor.
Como ventaja adicional, permite utilizar todo tipo de tintas: de colores (rojo, azul, negro, cyan, naranja…), que reluzcan en la oscuridad, que cambien de color según la temperatura...
Lo mejor es que, gracias a una campaña exitosa de crowdfounding, podrá comprarse en unos meses.