Que los robots se parezcan cada vez más a los humanos, y sean capaces de reaccionar ante las diferentes situaciones y mostrar sus sentimientos, es uno de los objetivos de los investigadores.

Aisoy 1, de hecho, cumple con estas características. Creado por investigadores españoles, es capaz de demostrar empatía con sus interlocutores y de tener sus propios sentimientos. De esta manera, es capaz de tomar decisiones por sí mismo y de elegir cómo actuar según el contexto y su interlocutor.
Aisoy 1 Y es que, como un autómata, posee la capacidad de aprender del entorno y de los comportamientos que tienen las personas con ellos, así que actúan de forma diferente con cada una.
Además, puede mantener diálogos fluidos, coherentes y razonados tanto con personas como con otros robots aunque, eso sí, todavía no tiene la misma capacidad de diálogo de una persona.
Este tipo de robots inteligentes y emocionales es una herramienta educativa muy versátil. En primer lugar, porque al aprender de su entorno es capaz de dar las respuestas más adecuadas a cada persona. En segundo lugar, porque los robots pueden funcionar bajo programación con un programa como Scratch, diseñado para que los niños aprendan a generar y ejecutar órdenes para un robot como el Aisoy 1.