Las TIC en la formación de docentes de Secundaria y Bachillerato

Pilar Martín Pérez, Doctora en Ciencias Físicas y Licenciada en Psicología, profesora titular de la Universidad de Valladolid, adscrita a la Escuela de Ingenierías Industriales, lleva los últimos siete años dedicada a la formación de docentes de Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y enseñanza de idiomas, en la especialidad de tecnología e informática, en el máster que esta Universidad imparte a tal fin. En este artículo reflexiona sobre el cambio educativo y el uso de las TIC en la formación de futuros docentes.
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Creo profundamente en la necesidad de un cambio educativo que revolucione nuestras aulas, desde Infantil hasta la Universidad, y la primera premisa necesaria para ello es una nueva e innovadora formación de los docentes que tendrán que llevar a cabo es cambio. Apuesto firmemente por la vivencia en primera persona que esos nuevos docentes han de sentir para poder trasmitir, cambiar, innovar, llegar a sus alumnos y ser capaces de sacar lo mejor de ellos.
Vivimos en el siglo XXI y no podemos cerrar los ojos a las nuevas formas de expresión y comunicación de las nuevas generaciones. Hoy casi todo es tecnología y hemos de apoyarnos en ella para ayudar a que nuestros alumnos aprendan eso que les será necesario para enfrentarse a los retos de la sociedad que les tocará vivir.
En mis clases trabajamos así, desde la emoción y la experiencia en primera persona, desde el sentir, fomentando la creatividad e intentando que cada nuevo docente llegue a encontrar su forma personal y única de ser buen docente.
Defendemos la necesidad de humanizar y hacer útiles las nuevas tecnologías, las famosas TIC, de darles un “PARA QUÉ” efectivo, de convertirlas en herramientas poderosas para el aprendizaje de nuestros alumnos y alejarnos de esa praxis en la que como decía Roger Schank: “El sistema educativo no sabe incorporar las nuevas tecnologías porque con ellas lo único que hace es la misma basura”.
El objetivo es convertir al alumno en protagonista de su propio aprendizaje, acompañándole y guiándole, afianzándole en sus fortalezas y trabajando sus debilidades desde una sana autoestima y una libertad de maniobra asentada en la seguridad que propicia el buen clima en el aula. Para ello es fundamental trabajar desde las emociones.
Nos apoyamos en el nuevo paradigma emocional de Roberto Aguado y proponemos fomentar un aula C.A.S.A., un lugar en el que Curiosidad, Admiración, Seguridad y Alegría constituyan por ellas mismas el antídoto a esas otras emociones que impiden, convierten en aburrido y en ocasiones torturante, el aprendizaje.
Promovemos, fomentamos y desarrollamos la creatividad planteando técnicas concretas, actividades concretas, macroactividades transversales que incluyen diferentes herramientas y aspectos de la tecnología: entornos personalizados de aprendizaje, redes sociales, plataformas virtuales, diseño asistido por ordenador, edición de vídeos e imágenes, programación, elaboración de blogs, intercambio de información, gestión de proyectos, creación de mapas conceptuales, dibujo de cómics, realidad aumentada, animación 2D y 3D, códigos QR, cine, teatro, etcétera.
"Libres son quienes crean, no copian, y libres son quienes piensan, no obedecen. Enseñar es enseñar a dudar.
Eduardo galeano"
El resultado cada año es una nueva “remesa” de futuros docentes que tienen otro concepto de la educación y de lo que es “dar clase”, que han sentido en sus propias carnes las dificultades, miedos y angustias, pero también la satisfacción, la autorrealización y la fuerza motivadora de las diferentes formas de trabajar. Con todo ello, adaptando lo aprendido a su personalidad y su idiosincrasia, cada cual debe construir el docente que quiere ser.