La biblioteca del CEIP N-I de Pràctiques, en Barcelona, fue creada en el curso 2001-2002. Sin embargo, a raíz de una iniciativa del AMPA y que el Consejo Escolar hizo suya, se constituyó una comisión de trabajo (Comisión de biblioteca) formada por padres, madres y profesorado con el objetivo de mejorar, desde todos los aspectos, la biblioteca.
CEIP N-I de Pràctiques
El primer paso fue elaborar un proyecto y participar por primera vez en la convocatoria del Concurso Nacional de proyectos de ideas para la mejora e innovación de las bibliotecas de los centros escolares organizado por el Ministerio de Educación y Ciencia. “En esa ocasión, no tuvimos suerte. Pero seguimos trabajando en este proyecto”, comentan desde este centro.
El colegio volvió a presentarse a la siguiente convocatoria del Concurso Nacional, la correspondiente al curso 2004-2005 y el esfuerzo realizado se vio recompensado. La dotación económica obtenida ha permitido conseguir varios objetivos, como apoyar el proyecto curricular del centro, fomentar el gusto por la lectura, formar en la búsqueda y en el uso de la información, así como habituar a los alumnos a la utilización de las bibliotecas con finalidad recreativa y de educación permanente.
Las 8 líneas estratégicas sobre las que se decidió desarrollar el proyecto son:

  • Fondo documental: contar con uno adecuado y actualizado.
  • Equipamiento: disponer de unas instalaciones y equipamientos apropiados a sus funciones.
  • Recursos humanos: tener personal cualificado.
  • Horario: habilitar un horario amplio de apertura.
  • Usuarios: ofrecer sus servicios al alumnado y profesorado.
  • Gestión: centralizada y automatizada.
  • Formación: planificar la formación de las personas usuarias.
  • Recursos económicos: disponer de un presupuesto propio y suficiente.

“De entre todos los objetivos propuestos, algunos eran factores clave de éxito y merecían un desarrollo más amplio: la automatización, la formación en el uso de la información, la dinamización y las políticas de colaboración”, afirman desde el centro.

Los destinatarios de este proyecto

Desde el principio se tenía claro que los destinatarios de todos los esfuerzos que está llevando a cabo la comunidad escolar son los niños y las niñas de la escuela. Este interés común ha permitido que tanto el claustro del profesorado como el conjunto de los padres y las madres del alumnado puedan compartir y trabajar en proyectos de interés común. En este caso, “la actitud receptiva del profesorado y la participación de los padres y las madres ha sido determinante para el éxito del proyecto”.
Lo que intenta esta iniciativa es optimizar y rentabilizar los recursos humanos y los económicos, pero ¿con qué fin? “El niñ@que mira un libro integra, al mismo tiempo, unos valores, desarrolla su imaginación y entra en el mundo de una cultura que hace de la lectura y la escritura uno de sus pilares. Además, permite el desarrollo de las mismas capacidades intelectuales”. Para este centro, “llegar a ser un ‘buen lector o lectora’ permite tener las mismas oportunidades, lima las diferencias y propicia la integración y la cohesión social; del mismo modo que la formación en la búsqueda y uso de la información con ayuda de la tecnología reduce 'la brecha digital' que amenaza con ser un nuevo elemento de discriminación social”.